jueves, 2 de junio de 2011


               EL MILAGRO DE LAS LÁMPARAS BRONCEADORAS



Las lámparas de rayos uva son cada vez más utilizadas entre las amantes de la estética. Y es que ya no se necesita tomar el sol para lucir una piel bronceada, basta con recibir varias sesiones de rayos uva.

Los tiempos y las modas cambian. Al contrario de lo que ocurrió hace un par de siglos, en los que tener una tez clara era símbolo de distinción y belleza, hoy en día las pieles morenas son un factor imprescindible a la hora de lucir estética.  

Exterior lámpara Sol y Luna.         
Interior lámpara.


                                              

Para tener buena cara, para ir a una boda, para preparar la piel para el verano... Darse una sesión de rayos está empezando a ser algo tan normal como ir a la peluquería. Tan fácil como echar una moneda, desnudarse, cerrar los ojos y meterse en la cabina. Ocho minutos son suficientes para coger color ¿Tan sencillo? ¿Sin riesgos? Los rayos UV no son inofensivos. Hay que hacerse a la idea de que se trata de algo muy parecido a tomar el sol: si te pasas de tiempo te quemas, te arrugas y acumulas radiaciones que se quedan grabadas en la memoria de tu piel. Por eso hay que saber los daños que la exposición descontrolada al sol artificial puede producir, para que siempre tomemos las precauciones necesarias y podamos aprovechar los beneficios que las máquinas de rayos UVA ofrecen. Si es que la piel es la adecuada para tomarlos, ya que no todo el mundo puede exponerse a esta radiación.

Tabla de proteción según la piel.
                   
 
Las máquinas bronceadoras tienen potentes filtros que eliminan las radiaciones ultravioletas del tipo B, que son las que más afectan a la piel, y sólo dejan pasar las del tipo A (de ahí el nombre de rayos UVA), responsables del bronceado rápido. Pero esto no es del todo cierto: aunque los rayos UVB son más peligrosos, los UVA tampoco son inocuos, ya que afectan las fibras elásticas de la piel, su acumulación produce envejecimiento a largo plazo y lesiones precancerosas. La OMS publicó una recomendación en julio de 2009, desaconsejando la exposición a este tipo de aparatos, por el potencial cancerígeno de las radiaciones ultravioletas, y señaló que el riesgo de cáncer aumentaba hasta un 75% cuando los rayos habían sido tomados por menores de 30 años.

Antes de darse rayos uva, o si ya se hace, hay que asegurase de que la máquina esté en perfectas condiciones y de que se realice un mantenimiento adecuado. Para ello se debe preguntar al responsable del centro. En cualquier lugar que tenga una máquina de rayos uva, deben informar sobre las ventajas y desventajas, tiempo límite de exposición, periodicidad y, sobre todo, si según el fototipo de piel de cada uno permite darlos. Además, deben disponer de gafas homologadas. Estas gafas protegen a los ojos de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta, ya que incorporan una protección UV.
Pero lo que hay que tener claro, es que la piel tiene memoria, y los daños se notan con el paso del tiempo y cualquier agresión cutánea acaba por pasar factura.

Gafas homologadas.
                                           


Según la normativa para el sol de la Unión Europea, no se deben usar las cabinas de rayos uva si: se es menor de 18 años, está embarazada, ha tenido cáncer de piel o riesgo de ello, se tiene una piel muy clara, se tiene muchas pecas o lunares, es propenso a tener manchas en la piel, se quema con facilidad o se toma medicamentos, en cuyo caso hay que hablar con el farmacéutico.
Los expertos señalan que un metanálisis integral concluyó que el riesgo de melanoma de piel aumenta en un 75 por ciento el uso de estos dispositivos comienza antes de los 30 años de edad.

                   



                     LOS BENEFICIOS DE LOS RAYOS ARTIFICIALES

El sol bien usado es una gran fuente de salud, ya que es una vitamina imprescindible para el cuerpo. Pero hay que tener cuidado con las exposiciones excesivas e incontroladas, debido a que por estas nacen los peligros.
El bronceado uva, siempre que se tome en un centro que cumpla con la normativa vigente del bronceado, ofrece múltiples ventajas respecto el sol de la playa. En el bronceado artificial las dosis están perfectamente definidas, el tiempo de exposición está rigurosamente controlado, no se necesitan filtros protectores y existe un mínimo riesgo de quemadura porque la dosis se ajusta al tipo de piel del cliente. Además, en las cabinas de bronceado proporcionan menor sensación de calor debido al filtro de los rayos UVA, no dependes de factores como la capa de ozono, el clima o las oscilaciones de la radiación solar y te proporciona un bronceado integral y uniforme.
Para gozar de los muchos beneficios que nos ofrece el bronceado hay que tomar una serie de precauciones como utilizar gafas protectoras aptas para cabinas de bronceado, no tomar el sol con maquillaje, perfume o cremas... Entre cada sesión de bronceado hay que dejar pasar como mínimo 48 horas y hay que respetar los tiempos de bronceado establecidos. Es conveniente hidratar la piel después de la exposición, tanto por dentro (bebiendo bastante agua), como por fuera (con productos hidratantes y aftersun).

Las ventajas que hay que tener en cuenta de un bronceado artificial son varias:
-          Bronceado rápido y cómodo.
-          Preparas la piel antes de exponerse al sol natural, evitando, de este modo las quemaduras.
-          Una alternativa por si no tienes tiempo para tomar el sol.
-          Puedes desnudarte totalmente, evitando las señales.
-          Saca de apuros si se tiene algún compromiso, así como bodas, comuniones…
-          Es una manera de controlar el acné.
-          Gran cantidad de centros de bronceado por todas partes.

Para completar el bronceado artificial, en los solariums (centros solares) suelen vender cremas para potenciar el efecto del bronceado; asegúrate de su composición y efectividad si decides usarlas.

Cremas bronceadoras.
Toallitas bronceadoras.

                





ENTREVISTA


Raquel Requena: “Hoy día, el hombre está más animado y se está convirtiendo en un cliente potencial en muchos de los servicios de salud y belleza que cada vez se demandan”.




Nos acercamos al centro de estética  Sol y Luna para que nos resuelvan algunas dudas y nos den algún consejo para lucir un bonito moreno. Para ello le hacemos una entrevista a Beatriz Requena del Valle, directora técnica del centro.


-          ¿En qué consisten las lámparas de rayos uva?

Son lámparas, como su nombre indica, que emiten radiaciones ultravioletas, ofreciéndonos un sol artifical.

-          ¿Son seguras las lámpaas bronceadoras de rayos uva?

SI, son seguras teniendo en cuenta que los responsables de los Centros de bronceado tienen que realizar una revisión periódica anual, que hay que informar al usuario de los casos en los que está contraindicado, según los fototipos de piel, de los tiempos de exposición y los intervalos entre las exposiciones, etc ... y, por supuesto, según algunos dermatólogos, con los que yo estoy de acuerdo, son peores "las exposiciones incontroladas en la playa, en los primeros días de vacaciones, que broncearse con rayos uva en una serie controlada de sesiones".
          
       -     ¿Todas las lámparas son iguales?

 No todas las lámparas son iguales, tienen diferencia en el número de tubos, en el tipo y por tanto, en la calidad de éstos, son de diferentes medidas, etc...
  
      -       ¿Todas las personas pueden exponerse a dichos rayos?

 No todas las personas pueden exponerse a los rayos uva, depende de los fototipos de piel; si están bajos los efectos de medicamentos que puedan provocar reacciones; no se permite el uso a los menores de 18 años; está desaconsejado en mujeres embarazadas...      

       -      ¿Son perjudiciales para la piel?
 
 Si, pueden afectar a la piel y a los ojos. Las exposiciones repetidas e intensas pueden provocar un envejecimiento prematuro de la piel, así como un aumento en el riesgo de desarrollar un cáncer de piel

       -        ¿Cuántas sesiones recomendáis?

 Entre 10 y 20 sesiones de rayos uva al año e incluso algún más son recomendables, teniendo en cuenta los tiempos de exposición que no sean mayores de los recomendados según el tipo de piel; el intervalo de 24/48 horas entre cada sesión y no exponerse a los rayos de sol y del solarium en el mismo día.

       -        ¿Qué hay que hacer para lucir un buen moreno?  

Para lucir un buen moreno primero hay que realizar un peeling corporal completo para eliminar las células muertas de la piel; después tomar las sesiones con el tiempo de exposición indicado según el tipo de piel e hidratar la piel abundantemente después de cada sesión

       -        A menudo son más las mujeres que los hombres las que se someten a los rayos, ¿esto está cambiando? ¿por qué?

En el 2003 las mujeres representaban el 19 % de las demandas de rayos uva y los hombres el 9 % de las solicitudes. Hoy día, el hombre está más animado y se está convirtiendo en un cliente potencial en muchos de los servicios de salud y belleza que cada vez se demandan.

         -       Los rayos uvas tienen tantas ventajas como desventajas, ¿podrías decirnos algunas?

 EL solarium tiene la ventaja de que se broncea la persona de forma más controlada; también el bronceado se intensifica más cuando después se toma el sol y dura más. También es recomendable para el acné, para la soriasis, la orteoporosis...





                        
LA OPINIÓN DEL EXPERTO

Iván Castro Pericón

Nació el 30 de Octubre de 1991 en Tineo, Asturias. Estudia medicina en la Facultad de Valladolid y nos ha respondido a varias preguntas relevantes sobre la piel y los rayos UV.
                                             
                                                         
                                                          
                                         
Preguntamos a los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras que opinan de los rayos UV.

                                                  



¿QUÉ OPINAS TÚ SOBRE LOS RAYOS UVA? ¿TE AS SOMETIDO A ALGUNA SESIÓN CUENTAMOS TU EXPERIENZA.



                                                                                                                     Lourdes Blanco Domínguez

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